Tener un equilibrio emocional, combinado con una estabilidad personal y profesional es complicado de alcanzar, más no imposible de obtener.
Alcanzar un estado cien por ciento equilibrado sería perder el tiempo en algo que si bien se puede presentar, es meramente momentáneo, ya que decir que alguien puede sentirse feliz siempre, es autoengañarse. Sin embargo, lo que sí puede existir es justo una estabilidad que permitirá que cada uno de nosotros pueda mostrar lo que somos a través de un personal branding sano.
Hablar de un branding personal saludable implica no sólo hacer cambios a nivel individual, sino también deshacerse de cosas, hábitos y personas que no le vienen bien a nuestra vida personal ni profesional.
Es por esto que a continuación te enlistamos 5 maneras de forjar un personal branding saludable que te ayudará a conseguir tus objetivos, alcanzar metas, pero sobre todo, un bienestar.
Ejercítate
Hacer actividad física no implica someterte a largos periodos de tiempo con ejercicios extenuantes, sino más bien buscar un deporte que te relaje, te libere de estrés y te haga sentir contento, alegre y con energía para realizar tus labores. Con el ejercicio, tanto mente como cuerpo se mantienen en buena forma.
Aprende a comer sano
No se trata de morirse de hambre, sino de saber comer, es decir, de elegir los alimentos adecuados en las porciones correctas y evitar un exceso de alguno.
Equilibra tu dieta; puedes recurrir a un profesional de nutrición para que te oriente y sugiera lo mejor, de acuerdo a tu complexión, estilo de vida, edad, sexo, entre otros factores a considerar.
Se valen los gustos, pero no en grandes cantidades.
Aléjate de personas tóxicas
Tal vez sea complicado si este tipo de personas está en tu lugar de trabajo, en tu círculo social e incluso en tu familia, pero lo ideal es que evites estar cerca de ellas porque sólo buscarán perjudicarte.
Busca rodearte de gente que sume, no que reste, que realmente apoye y no que te limite o ponga trabas a tu crecimiento personal y profesional.
Define metas y prioridades a corto, mediano y largo plazo
Si te has planteado un proyecto, lo ideal es establecer objetivos y metas claras para saber hacia dónde ir y con qué fin, sin olvidar que no todas las metas pueden ser alcanzadas en el mismo tiempo. Por tanto, pon fechas, define un lapso estimado para lograrlas.
Puede ser que surjan contratiempos; si esto pasa, puedes aplazar, pero no olvides esa meta.
Disfruta lo que haces
Si lo que actualmente haces no te satisface, trata de ver lo bueno que tiene; si no hay lago que te haga seguir, lo mejor es retirarse y seguir buscando aquello que realmente nos llena.
Si decides quedarte con lo que tienes, trabaja en disfrutarlo, ve lo positivo y tenlo siempre en mente.