El bullying en el trabajo puede significar grandes momentos de frustración y de sufrimiento para quien es acosado. Pero, este problema puede tener varias máscaras.
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Hay estudios realizados, cuyo fin es medir los niveles de bullying laboral o mobbing. Tan sólo en Estados Unidos, el 27% de los trabajadores dice que ha sufrido conductas abusivas en el trabajo.
Entre las formas en las que se aplica este tipo de acoso está:
La exclusión o aislamiento. El bullying no necesariamente se refiere a las agresiones verbales en el trabajo. Una forma de bullying es que el grupo de ignore, no te hable, y en síntesis que no te consideren parte de la agrupación y por ello no seas requerido en las juntas ni en la toma de decisiones.
El menosprecio. Que de manera intencional hagan menos tu trabajo, y acto seguido, te hagan sentir inútil y que tu trabajo no vale.
La peor parte. Que deleguen tu trabajo o te asignen trabajo con menor importancia. También aplica al contrario, esto es, que te asignen el trabajo más complejo.
La hostilidad. Una de las formas más claras de hacer bullying es que los compañeros se muestren hostiles o te agredan directamente.
La jerarquización. Es claro que en toda empresa debe haber jerarquías. Sin embargo, cuando las jerarquías comienzan a colocarte en la última parte de la cadena y el trabajo recae sobre ti, es mobbing.
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