El aguinaldo representa uno de los momentos más agridulces del año para millones de trabajadores en el país.
Si bien se trata del fruto del esfuerzo realizado durante un año, también puede ser la antesala a una crisis provocada por la falta de prudencia y visión financieras, aunado al frenesí consumista de fin de año.
Ante esto, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) advierte estos errores para que el sueño del aguinaldo no se convierta en una pesadilla en la calle de las deudas.
No hacer presupuestos
Un presupuesto ayuda a tener claridad y control de lo que se gasta, a fin de planear a futuro y evitar imprevistos que lleven a una escasez de recursos.
Establecer un presupuesto nos dirá cuánto tenemos, cuánto podemos gastar y cuánto debemos ahorrar o, en su defecto, conservar para no llegar en ceros al año nuevo.
Gastos sin sentido
La sensación de contar con recursos extra a nuestros ingresos mensuales sin duda lleva a hacer gastos que probablemente no eran necesarios en un principio.
De nuevo, el frenesí consumista de fin de año puede llevarnos a comprar productos innecesarios. Y aunque no está mal darse un gusto, es importante que no todo el aguinaldo se gaste en ellos.
Tarjetazo mortal
Un hecho irrefutable de la vida: la tarjeta de crédito NO es dinero extra. Si bien es cierto que la misma naturaleza de la tarjeta permite usarse de manera casi indiscriminada, es fácil perder el control de los gastos con ella.
Lo recomendable es no hacer gastos cotidianos con el plástico, como la despensa o comidas diarias. Asimismo, pagar a tiempo es importante para evitar o, en su caso, aminorar las deudas.
Compras de pánico
Como su nombre lo indica, se trata de adquirir productos con el aplastante estrés de hacerlo a la última hora. Planear las compras navideñas, desde los recursos que se destinarán hasta el mismo día que se harán, evitará este clásico drama decembrino de supermercado.
No ahorrar
Con los recursos extra que representa el aguinaldo, ahorrar es una excelente opción. Aprovechar al menos una parte de estos ingresos puede ser la base para entrar a un fondo de ahorro o cualquier otro instrumento financiero (o simplemente meterlo debajo del colchón).