El punto de venta tiene la función de persuadir, y una de sus principales herramientas es el escaparate. Su objetivo es llegar a las emociones a través de los estímulos y con ello poner en marcha un proceso que concluye en la compra.
Es por esa razón que el mensaje de los escaparates deben dirigirse principalmente las emociones y a la subjetividad, teniendo como condición indispensable una comprensión inmediata y breve por parte del observador.
Con esa máxima en mente te presentamos 5 claves para diseñar un escaparate atractivo:
Atención
La finalidad de un escaparate es llamar la atención. Y para lograrlo, lo que necesitas hacer es conocer bien al público para que así puedas estimular sus intereses, sentimientos y demandas.
Percepción
Asimismo, no se te puede olvidar que hay públicos que perciben los mensajes de forma diferente y, en consecuencia, realiza interpretaciones diversas.
Implicación
El escaparate debe expresar un mensaje que involucre de forma directa al público; por esa razón, el estímulo no debe ser claro, para que, de esta manera, el consumidor, haga una composición según su forma de pensar.
Credibilidad
Otro factor importante es que el mensaje debe ser creíble y posible, para que el comprador no se sienta engañado.
Memoria
Finalmente, para que el contenido expresado en el escaparate se fije en la memoria del público, es conveniente una repetición de los datos; de esta forma, el receptor puede reconocer y aceptar con más facilidad el mensaje.
En definitiva, el escaparate muestra al producto de tal forma que atrae la atención de la persona que pasa por delante. Lo ideal es que el escaparate capte la atención y así el retailer obtenga una respuesta positiva, es decir, una compra.
Por último, el escaparate debe transmitir un mensaje positivo que motive al consumidor a obtener un determinado artículo, por ello, esta herramienta del punto de venta adquiere cada día más protagonismo en las tiendas departamentales.