Según el Estudio Global de Confianza en Publicidad de Nielsen, en el que se encuestaron a 30,000 usuarios en línea de 60 países diferentes para medir su confianza, el 60% de los millennials confía en la veracidad de los medios outdoor y billboards. Por ello, mientras más creativos, más generarán engagement.
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Crear una campaña de marketing outdoor no es tarea fácil cuando al día un espectador se enfrenta a más de 5 mil anuncios publicitarios, muchos de ellos en la calle. Sin embargo, las ideas disruptivas logran captar la atención y sorprender al target para finalmente engancharlo.
A continuación cinco ejemplos de campañas outdoor que resaltan por su creatividad para atrapar las miradas de los espectadores
La primera de ellas se dio en Roma, idea de la agencia JWT. Se trata de un billboard que invitaba a acercarse a él y vencer la distancia. Esta valla interactiva en tiempo real invitaba a la gente a acercarse a la persona dentro del billboard, como premio, aquellos que aceptaban el reto de aproximarse a la persona dentro de The Listerine Billboard recibieron un enjuague para la boca. Así que esta estrategia sumó el sampling y el marketing experiencial, una tendencia muy usual últimamente en mercadotecnia.
Anytime is game time fue el eslogan de la siguiente campaña de Pictionary que quizá es la que más engagement generó, ya que se llevó a cabo dentro de un centro comercial en Canadá, en donde por medio de un billboard interactivo la gente pudo jugar y ganarse premios en tiempo real. La idea fue de la agencia TrojanOne.
La agencia británica WCRS, lanzó una serie de anuncios espectaculares con tecnología de reconocimiento facial para que los espectadores no ignoren la realidad de la violencia de género para la organización Women’s Aid pretende. Con el eslogan “Si puedes verlo puedes cambiarlo” esta institución impacta a los transeúntes de las calles de Londres donde han colocado estratégicamente sus billboards para que la gente no ignore este problema social que en el siglo XXI sigue siendo una realidad.
Desde agosto de 2014 Rusia hizo oficial la prohibición de importar fruta, verdura, carne, pescado, leche y productos lácteos procedentes de la Unión Europea, EUA, Australia, Canadá y Noruega, durante un año, como respuesta a las sanciones aplicadas por los países occidentales a raíz del apoyo de Moscú a los insurrectos en Ucrania. Así que en este contexto se inventó un mupi que cambiaba lo que vendía si era visto por un policía.
Finalmente, un billboard contó con sensores de movimiento para identificar cuando alguien se acercaba y hacerlo bostezar, así, se desató una epidemia de bostezos en el metro de San Paulo, la cual fue contrarrestada con una estrategia de sampling en el que dio la prueba del Café Pelé, que ofrecieron un grupo de edecanes de la marca.