Entender cómo funciona el cerebro ante estímulos determinados y frente a acciones mercadológicas, es una de las principales funciones del neuromarketing.
Cada marca, alrededor del mundo, tiene como propósito fundamental conocer a detalle a su consumidor, saber qué lo motiva a elegir ciertos productos, y cómo opera su cerebro ante un proceso de compra.
Especialistas en el tema coinciden en que alrededor del 90 por ciento de las decisiones de compra de un cliente, se toman de forma inconsciente o bajo determinadas emociones.
Saber cómo el sistema nervioso traduce los estímulos, a nivel cerebral, estudiar la efectividad de mensajes publicitarios, y analizar la mente del consumidor, a fin de predecir su conducta futura, son algunos de los objetivos generales que persigue el neuromarketing, según Alba Ferrer Coyo, de la Universitat Abat Oliva,en su artículo “Neuromarketing, la tangibilización de las emociones”.
Aplicación en el sector minorista
Tal como una gran mayoría de fabricantes hace uso de esta ciencia, los retailers también deben optar por aplicar técnicas que les permitan generar conocimiento, y esto derive en el diseño de estrategias de marketing para vender más y tener la preferencia del cliente.
Según el doctor Philipp Hillenbrand, experto en mercadotecnia y consultor internacional de empresas, señala 5 beneficios clave que la industria de retail obtiene de la aplicación de neuromarketing:
- Ofrece base científicas para detectar necesidades del consumidor, y así ofrecer productos y servicios que las satisfagan.
- Permite identificar y analizar la demanda de determinados productos o categorías, a fin de desarrollar estrategias comerciales que cubran dicha demanda.
- Apoya en el análisis de cómo los precios impactan en la percepción del consumidor, ya que no siempre actúa de la misma forma ante un precio u otro, ni frente a distintas promociones.
- Ayuda a diseñar mejores canales de venta, conforme a exigencias emocionales del consumidor.
- Optimiza el diseño e implementación de materiales de comunicación en PDV. Christian Bartlet, gerente de marca de Whiskas, explicó que cuando un cliente está frente al anaquel, el uso de material POP, por ejemplo, son herramientas que facilitan la toma decisiones; pero para que surtan el efecto deseado en el cliente, éste debe ser claro, con un mensaje concreto y que fortalezca la comunicación entre consumidor y marca.
En conclusión, la mercadotecnia, BTL y publicidad, son industrias que, lejos de estar distantes del conocimiento científico, pueden trabajar de forma conjunta para no sólo conocer cómo reacciona el target ante ciertos estímulos, sino también para predecir futuros comportamientos que les auxilien en la creación de productos, y despertar en el consumidor nuevas necesidades.