Una de las innovaciones que revolucionaron la compra y venta entre proveedores y clientes finales, alrededor del mundo, fue la llegada de Internet, y con ello el nacimiento del e-commerce.
Grandes e-tailers como Amazon y Alibaba, que se crearon en un ambiente online, han logrado posicionarse como empresa líderes en su ramo, y ahora son incluso ejemplos a seguir por otras compañías.
Así mismo, minoristas de talla internacional como Walmart también han apostado por la omnicanalidad, y de esta manera ganar terreno y acaparar la atención de nuevas generaciones de consumidores, sin descuidar su canal tradicional.
Según cifras de eMarketer, en 2017 el crecimiento del e-commerce a nivel global fue de 10.2 por ciento, mientras que para el cierre de este año dicha agencia pronostica un aumento de 11.9 por ciento.
En el caso de México, el valor de mercado del comercio electrónico se elevó de 2015 a 2016, pasando de 257,090 a 329,850 millones de pesos, lo que representa un crecimiento del 28.3 por ciento, según estadísticas de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).
Modelos de negocio forjados online
A pesar de que los retailers han tenido una importante y activa participación dentro del e-commerce global, no es la única industria y modelo de negocio que se ha creado dentro de este tipo de comercio digital.
Según información de la AMVO, son 4 modelos de negocio los que predominan:
- Marketplace: es actualmente uno de principales modelos que prevalecen, tanto en el mercado mexicano como en otros países. Consiste en ofrecer productos de diferentes fabricantes y vendedores e intermediar entre ellos y los clientes finales.
- Retail: tal como sucede con el canal tradicional, en una tienda online el minorista puede poner a disposición del target todo su catálogo de productos y servicios, así como distintas formas de pago, entrega de productos, entre otros.
- Subastas: a través de sitios web particulares, se ofrecen artículos nuevos o de segunda mano, que serán proporcionados a las personas que ofrezcan un mayor monto por ellos, como sucede en una subasta tradicional.
- Suscripción: tal como sucede con empresas como Netflix y Spotify, para acceder a este tipo de negocio el cliente final contrata directamente un servicio, sin intermediarios, el cual efectuará un pago, que en la mayoría de los casos suele ser mensual o anual.
