Una de las estrategias que cada día gana más terreno frente a otras que han surgido es el marketing de contenidos, en gran medida por la facilidad de transmitir mensajes de la firma de manera sutil, los cuales, a su vez, pueden ser recibidos por el público meta de manera orgánica. Cuando se trabaja con este tipo de técnica no sólo basta saber cómo se crean los materiales y el modo en el que se distribuyen, sino que también será necesario que quien esté encargado de dicha área, sepa expresar ideas de manera adecuada y libres de prejuicios. Precisamente en las siguientes líneas hablaremos de algunos mitos que hay respecto a la generación de contenido.
Es mejor hacer oraciones sencillas
Muchas personas que trabajan con contenidos consideran que las oraciones cortas y sujetas al orden canónico de sujeto, verbo, predicado es lo mejor. Sin embargo, esto limita seriamente la capacidad expresiva de quién redacta dichas ideas. Hay pensamientos que incluso exigen una mayor complejidad, por lo que muchas veces necesitaran de proposiciones subordinadas, además de la yuxtaposición.
El triángulo invertido es lo óptimo
Sin duda alguna, estructurar la información de tal modo que lo más relevante quedé al principio y lo menos relevante al final, funciona en algunos contextos, pero no en todos. Ya Aristóteles en su Retórica nos adelante que existen varias maneras de organizar un discurso, de tal modo que no perdamos la atención de la audiencia a la mitad.
La síntesis lo es todo
Cuando se trabaja con contenidos, la capacidad de sintetizar ideas y temas es básico, pero hay que saber cuándo y cómo usarla. Hay ocasiones en las que los escrito se reduce a lo mínimo, al punto de que realmente no dice nada.
Siempre se deben usar palabras sencillas
Es muy frecuente escuchar a las personas que se dedican a coordinar la generación de contenidos que se eviten usar palabras “raras” o “muy elevadas” en un texto. Es necesario dejar de infantilizar a la audiencia. El lector, por los procesos naturales de la lengua como la pragmática, es capaz de recuperar el inferir el significado de distintas palabras que se usan en un escrito.