En el comienzo de mi carrera en marketing, mientras tenía una conversación con una compañera de trabajo, le conté que cuando yo cursaba la escuela superior, era presidenta de un club de fanáticos del grupo Menudo con más de 100 miembros de alrededor del mundo, algo que no acostumbraba compartir.
Al contarle, ella quedo sorprendida con mi negocio de jovencita y me hizo entender que desde antes de yo saber que era marketing, ya lo estaba practicando.
En ese momento, mi percepción de ese capítulo en mi vida paso de ser uno un tanto vergonzoso, a ser uno de orgullo y uno que valida mi talento innato por las comunicaciones. Inclusive, es un historia que he incorporado el introducirme en mis talleres y tele-seminarios.
Por más de 27,000 años, desde que las primeras pinturas en las cuevas fueron descubiertas, el contar historias ha sido uno de los métodos de comunicación fundamentales. Las historias son universales por naturaleza. Las historias nos ayudan a crear empatía y nos ayudan a comportarnos con ética colectiva. Según un artículo de la revista en ingles New York Magazine, las historias son la moneda de la vida y son el entretenimiento social.
A continuación comparto cuatro razones por la cual tú también debes incorporar tu historia – o partes de ella – para lograr más visibilidad, credibilidad y rentabilidad como escritor, emprendedor, profesional corporativo o artista y hasta para vender tus servicios profesionales.
4 beneficios de utilizar TU historia como marketing
Beneficio #1: Te hace resaltar ante la competencia
Utilizar adjetivos para describirte no es suficiente. Tu historia te ayuda a darle color a tus habilidades, talentos y conocimientos. Tu historia te ayuda a comunicar: “Yo soy diferente porque…” Cuando compartes esta diferencia, hace más fácil para personas que están buscando te encuentren. Sin importar tu industria, los tiempos o la economía, tu historia es solo tuya y nadie te la puede cambiar. Tienes total control de contarla, a quien contarla, donde contarla y cuales partes de ella contar. Porque de seguro hay cientos haciendo lo mismo que tu – inclusivo mejor que tu y por menos dinero, el diferenciarte te ayuda a demostrar un valor agregado y ayuda a tu audiencia a decidir en comprarte, en contratarte y hasta ofrecerte trabajo.
Beneficio #2: Atraes a personas que se identifican contigo
Especialmente si lo que ofreces son servicios profesionales o haces ventas individuales, las personas te van a comprar si primero se identifican contigo y confían en ti. En sus ojos, ya no eres solo un artista, un consultor, un coach o un empresario. Eres también una persona que, al igual que ellos, haz pasado por pruebas, desafíos, aprendizajes, desilusiones y cambios. Nosotros nos identificamos con las imperfecciones porque somos imperfectos. Lo que constantemente comunicas es lo que hace que otras personas decidan si se sienten atraídos por ti y lo que ofreces es lo que buscan. Además de hacer sentir la persona a gusto, también te brinda la oportunidad de que las personas también compartan contigo su historia.
Beneficio #3: Facilita empatía e confianza hacia ti
Puedes tener un talento innato, una sabiduría de genio y unos contactos fuera de serie, pero esto no es suficiente para hacer que seas rentable, es decir, que lo que ofrezcas tenga un grupo que le satisface lo que solo tú ofreces. El comunicar tu historia te da más credibilidad porque compartes las experiencias que te llevaron a la etapa que estas ahora. Si adelgazaste con unos productos que luego decides vender, el hecho de que a ti mismo te funciono hace ese el mayor testimonio para lograr más ventas. Lo bueno es que puedes omitir aquellas cosas que no van de acuerdo a tus objetivos profesionales y resaltar aquellos que estas orgulloso y demuestran por qué están involucrado en particular proyecto actualmente.
Beneficio #4: Sirve como motor de tu marca personal
Aunque no estés dentro de una industria que sea prudente contar tu historia, como la de un abogado, contable o arquitecto, tu historia aun te sirve para indicar cuál es el nicho que más valor ofreces, ya sea por las experiencias que has vivido, como también los interés que has descubierto a lo largo del camino. Es la clave para mantenernos auténticos y rentable ante los demás. Si tienes una historia, ya tienes una marca personal. Aunque no tengas un negocio alrededor de ello. Tu historia se convierte parte de tu marca y tu marca toma parte de tu historia.
¿En dónde comunicas tu historia – o partes de ella? En tu página Web o blog, en entrevistas de trabajo, en tus ventas personales, en tu biografía, en entrevistas con los medios, en talleres, en videos y escritos. Recuerda que tienes un propósito y una historia que es única. Hazte conocer por tu historia. No lo dejes perder.
Ahora te pregunto yo a ti: ¿crees que le estas sacando provecho a tu historia para resaltar ante los demás? ¿Sientes que se te hace fácil o difícil compartir tu historia con los demás? Porque si o no?