Al momento de trasladar un producto a sus puntos de venta, el embalaje juega un papel crucial para garantizar su segura transportación hasta su destino.
En términos generales, el embalaje se refiere a la cobertura que da mayor protección y poder de manipulación a los productos envasados, optimizando las condiciones de manejo de mercancía, traslado a retailers y llegada a su destino en buen estado.
En ocasiones, packaging y embalaje pueden ponerse en un mismo nivel o como dos conceptos que tienen el mismo significado. Sin embargo tratarlos como sinónimo no es correcto, ya que mientras el primero cumple con un fin comercial ante el consumidor gracias a su diseño, el embalaje no tiene esa función, pero sí las siguientes 3:
Contiene
A diferencia de un packaging, el embalaje no contiene la sustancia o producto tal cual, sino es responsable de agrupar en una caja u otro tipo de contenedor varios envases de diferentes medidas, no lo hace de forma individual.
Protege
Se refiere a la protección que el material del embalaje proporciona a los artículos o mercancía contenida. Ya sea en cajas de madera, cartón, plástico, metal u otro tipo de contenedor y material que se utilice, una función primordial del embalaje es garantizar que su contenido llegará en buen estado hasta el punto de venta.
Identifica
Para que el personal que reciba los productos pueda saber de qué tipo de mercancía se trata, el embalaje permite identificar cada entrega mediante señalizaciones impresas en su exterior.
Además indica de qué manera debe sacarse del medio de transporte, cómo colocarlo al interior del PDV y otros indicaciones de manejo y uso del contenido. Esto disminuye aún más el riesgo de dañar los productos.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE), la innovación y solidez de este sector económico permite que la aportación al PIB nacional sea alrededor de 1.7 por ciento.
Asimismo el valor de esta industria en México ascendió a 15,400 millones de dólares en 2016, distribuido en un 33.9 por ciento en papel y cartón, 27.9 por ciento en envases y embalajes de plástico, seguido por envases de vidrio (19.5%), 18.4 por ciento metálicos y 0.3 por ciento embalajes y envases de madera.