Estamos a escasos dos días de que la sexta edición del Buen Fin comience, un año en el que Humberto Lozano Avilés, titular de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México (Canaco), espera una derrama económica por más de 85 mil millones de pesos, y muchos mexicanos aprovecharán para gastar sus quincenas, tandas, vales de despensa, cupones, deslizar sus tarjetas de crédito y demás formas de pago para comprar aquello que han estado esperando, incluso, todo un año.
Que el Buen Fin se programe recién llegada la primera quincena del mes no es casualidad; las fechas elegidas para abaratar precios son previamente pensadas para que la derrama económica supere la del año anterior, y si se tiene el dinero en la mano, resulta muy tentador hacer uso de él ante ofertas que, aparentemente, sólo se lanzan este fin de semana.
Aunque tu presupuesto sea bueno o muy bueno, a pesar de que no te encuentres en buró de crédito, o que tengas una buena cantidad en vales, antes de salir corriendo a comprar, sería pertinente que te hicieras estas 3 preguntas antes de comprar de forma compulsiva.
¿Qué quiero?
Tal interrogante puede ser un arma de doble filo. Por un lado, definir qué es aquello que se quiere o se desea tener es una labor aparentemente sencilla. Sin embargo, un gran porcentaje de los mexicanos que hacen compras en este Buen Fin, terminan llevándose a casa productos que en ningún momento desearon tener. Esto es, en gran medida por dos factores: la constante exposición ante ofertas, descuentos, promociones y meses sin intereses, y no haber realizado una lista con los artículos que en verdad se querían comprar.
En el caso contrario, definir qué es lo que realmente se quiere comprar permite que el consumidor ponga en una balanza los productos que desea adquirir y, al final, tomar la mejor decisión, para que así no se reproche de haber comprado sin analizar previamente.
¿Lo necesito?
Al parece esta cuestión es la más difícil de contestar porque se contrapone con la primera pregunta; el hecho de que lo quiera no significa que en verdad lo necesite. Si se tiene un smartphone, ¿en realidad necesito la nueva versión? Esta pregunta está ligada a la funcionalidad del producto y a qué tanto me sirve, dos elementos a considerar pero que, en la mayoría de los casos, están por debajo de una emoción que nos genera tener la más reciente versión de un celular.
Preguntarse sí se necesita lo que quiero comprar evitará también llegar a un sitio no deseado: el buró de crédito. De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CVBV), los morosos le costaron a los bancos, en el primer semestre de este año, cerca de 55 mil millones de pesos en créditos vencidos, donde los tarjetahabientes cuestan cerca de 20 mil millones de pesos del total.
La misma CVBV reportó que los castigos aplicados por los bancos a los tarjetahabientes morosos son superiores en 7.6 por ciento respecto del primer semestre de 2015. A pesar de ello, el Índice de Morosidad durante el año pasado se redujo 0.60 puntos porcentuales, pasando de 3.04 a 2.44 por ciento en los primeros seis meses de 2016.
Si no lo necesitas, evita hacer el gasto y no saques la tarjeta de crédito para que alejes el buró de crédito de tu vida.
¿Lo puedo comprar?
En estos días muchos reciben dinero por diversos medios (cajas de ahorro, tandas, sueldos, entre otros), situación que resulta favorable si se quiere y se necesita comprar algo. Aquí lo importantes es no perder de vista los gastos que se deben cubrir de forma regular para que no se vean afectados por un gasto excesivo. Puede que el efectivo con el que se cuenta sea el suficiente para comprar lo que se quiere pero, de dónde saldrá más dinero para cubrir gastos como agua, luz, teléfono, cuotas escolares, transporte, gasolina, despensa y más.
Que se ofrezcan forma de pago con créditos de 3, 6, 9, 12, 24 y hasta 48 mensualidades sin intereses no es sinónimo de que esto te librará de posibles pagos adicionales si no eres puntual con tus pagos.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Servicios Financieros (Condusef) afirmó que no usar correctamente una tarjetas de crédito y gastar más de los que se gana son dos razones por las que nuestros ingresos no nos rinden.
Lo recomendable es asesorarse con el banco, en el caso de que se sea tarjetahabiente, y preguntar qué pasaría si compro a meses sin intereses, que pasará con el crédito cuando ya se han hecho varias compras con la misma tarjeta, cuánto tendría que pagar mensualmente y cual sería un tope de gastos recomendado, tomando en cuenta el sueldo. Tal vez lo digan, tal vez no, pero no está demás intentar asesorarse.