Aun con la generación millennial en boga, las promociones siguen ocupando un lugar importante entre las estrategias BTL favoritas por el target, gracias al factor recompensa que ofrece.
Para cualquier tipo de consumidor, el que una o varias le reconozcan su preferencia y lealtad es muy importante, por lo que las promociones seguirán siendo una de las técnicas de marketing más utilizadas por las marcas, una estrategia below the line que en 2015 fue la quinta disciplina más utilizada, con el 11%, sólo por debajo de las activaciones, según nuestro departamento de investigación.
Pero qué elementos caracterizan una buena promoción, que habrá de traer los resultados esperados y la respuesta prevista del cliente.
Antes de planearla, escucha al consumidor
No hay labor más importante que aprender a escuchar las necesidades e inquietudes del targe, así como las cosas que espera de sus marcas. Antes de planear la promoción es fundamental que la brand en cuestión conozca a su consumidor para basarse en ello y comenzar el desarrollo de su promoción.
Tener presente lo que busca el target de una promoción, hará que como estrategia mercadológica sea efectiva.
Ir más allá del 2×1
Dependiendo de la marca y el tipo de cliente que tenga es la promoción que la empresa deberá asumir y ofrecer a su target. Quizá a algunas marcas les funcione el 2×1, pero lo cierto es que el consumidor actual ya no se conforma con esto. Elige la recompensa que más se adecue a las necesidades de tus clientes; para ello necesitas conocerlo a detalle.
Comunicación clara de la promoción
No se debe dejar ningún tipo de dato o información entre líneas; es necesario que las condiciones, vigencias y requisitos para hacerla válida estén bien estipulados, sin ambigüedades.
En un sentido comunicativo, la promoción también debe ser contundente, relevante y siempre clara. Esto no sólo evitará que la información contenido en la promoción sea concisa, sino que además le dará al cliente una experiencia grata y memorable al momento de hacerla válida. De ahí la importancia de ser claros y ofrecer recompensas reales.
Cada marca habrá de elegir aquella promoción que más le convenga, pero lo que no debe olvidarse es que para desarrollarla, se tiene que anteponer al cliente, sus necesidades, demandas y sorprenderlo, es decir, ir más allá con la promoción y sus beneficios.
