Un envase por sí solo pueden no causar ninguna sensación en el consumidor, pero cuando hablamos de packaging la situación se torna distinta.
Cuando nos referimos a un envase como tal es concebirlo como un contenedor que guarda cierta forma y que sirve para la transportación y protección de un producto. Un packaging, va más allá de sólo contener y garantizar la vigencia de un artículo y evitar un daño representa una estrategia de marketing que motiva mayores ventas, mediante su atractivo visual, diseño y funcionalidad.
Datos de la Asociación Mexicana de Envasado y Embalaje señalan que, de 2015 a 2016, el crecimiento registrado en esta industria fue de 4.6 por ciento, mientras que para el término de este año se estima que dicha alza llegue hasta un 5 por ciento, siendo la industria de alimentos la que más solicita envases (30%).
Pero un packaging no sólo es un envase con color. Al ser una estrategia mercadológica, cada marca requiere de un diseño específico, que responda a las necesidades, gustos y deseos del target, el tipo de mensaje que se quiere comunicar y una justificación que amerite la creación de uno nuevo o el rediseño de los ya existentes.
Y es preciso señalar que el éxito de un packaging creativo, que atraiga la atención del consumidor, a tal grado que sólo compre un producto par su imagen y funcionalidad, también se debe a un elemento fundamental que hacen de esta estrategia una de las más funcionales: conexión emocional.
Si cerca del 68 por ciento de los consumidores en México compra un producto gracias a su packaging, es claro que hay una emoción que lo motiva. Ante esto, enlistamos 3 formas de generar esta conexión.
Efectiva comunicación y diseño
Aniversario de la empresa, un nuevo patrocinio, temporadas del año, lanzamientos, relanzamiento, rebranding, entre otras razones, deben ser bien comunicadas a través de un packaging con el que el consumidor identifique de qué va el nuevo envase.
Es necesario que los elementos gráficos, composición y diseño converjan de tal manera que el mensaje sea efectivo y genere interés en el target que le despierte las ganas de tenerlo.
Poner vigencia limitada
La famosa frase “por tiempo limitado” alienta al consumidor a buscar ciertos productos a la brevedad y comprarlos en los días sucesivos porque después de cierto tiempo, ya no podrá conseguirlos.
En este sentido, con el packaging funciona decir que se trata de una edición limitada, lo cual refiere un periodo de tiempo determinado, motivando así la adquisición del producto, y que el cliente pueda conectar emocionalmente ante un envase especial.
Rediseñar en épocas especiales
Como se señaló anteriormente, fechas especiales como Navidad, Día de Muertos, Día de las Madres, San Valentín, entre muchas otras, son momentos perfectos para pensar en un rediseño que no sólo vaya acorde a la fecha o temporada del momento, sino también provocará que el consumidor no lo tire cuando se termine su producto porque ya habrá generado un vínculo emocional, aunque mucho dependerá de su diseño y comunicación.