Con la colaboración de la agencia DraftFCB, la editorial desarrolló un libro impreso con tinta especial, que se borra con el paso del tiempo y el efecto del aire y el sol. El libro contenía una antología con obras de los mejores autores nuevos de Latinoamérica.
Las letras en “El libro que no puede esperar“ sólo son visibles durante 2 meses, y su lanzamiento generó gran cobertura de medios masivos y puso sobre la mesa el tema de la lectura. La primera edición se agotó el mismo día que salió a la venta.