Los escaparates son la cara de las tiendas comerciales porque están diseñadas para exhibir tras un cristal una muestra de los productos o servicios que se ofrecen en el interior.
Por tal motivo, el escaparate suma puntos para realizar ventas así como a la imagen del establecimiento.
Además, funcionan como un anuncio publicitario porque comunican un mensaje con la intención de que las personas conozcan sus productos, hechos o acontecimientos importantes.
Sobre todo, son lugares donde se puede poner toda la carne al asador y así ofrecer un escaparate creativo que sorprenda y estimule a los visitantes de los comercios y, además, de ser un anzuelo para las ventas sirve para hacer sentir a gusto a las personas.
Un buen escaparate…
Si bien los escaparates de las tiendas no varían mucho: artículos, maniquíes, ofertas, etc. Un buen escaparate debe se coherente con la marca en: la fachada del negocio, los rótulos, los colores identificativos, sobre todo, la cultura de la marca.
Sin embargo, a continuación te mostramos 3 lecciones que pudimos aprender del escaparate de Tiendas Charly.
1. Un escaparate debe atraer al cliente
Por supuesto, ésta debe ser la primera lección. El escaparate debe provocar atracción, y esto se logra cuando un buen número de personas se paran ante él. Además, esto fue lo que nos llamó la atención del escaparate de tiendas Charly.
En el escaparate se podía ver pequeños distintivos que hacían referencia a varios lugares del país, ya que en esta ocasión la tienda estaba celebrando la llegada de las vacaciones para viajar en este temporada.
2. Un escaparate debe destacar sobre la competencia
Otro punto importante. Porque la motivación de compra se despierta y una forma de medir esa motivación es el tiempo que los consumidores se demoran contemplando un escaparate, por tal motivo, el uso de los señalamientos de ‘Puebla’, ‘Cancún’, ‘Monterrey’ funcionaron muy bien para llamar la atención de los visitantes y, a la vez, hacer volar su imaginación mencionando esos lugares del país.
3. Un error: no indicar precio de los artículos.
Sin embargo, un error que cometieron fue que no incentivaron la acción para la compra, pues una de las funciones del escaparate es incrementar las ventas. Y, al no indicar el precio de los artículos, seguramente los posibles clientes no sintieron la urgencia de realizar una compra, podría haber funcionado una oferta que no pudieran rechazar.
Por ejemplo un descuento, o incluso, una promoción en alianza con otra empresa para ofrecer un pequeño viaje a través de un sorteo o concurso mediante la compra de uno de los artículos en exhibición.
Sin duda, en esta ocasión tiendas Charly nos mostró algunas de las claves que se deben tomar en cuenta al momento de montar un escaparate.