Las refresqueras y las cerveceras don quizá las industrias que tienen mayor oportunidad de explotar su creatividad en estrategias de marketing below the line, sin embargo, no son las únicas que pueden impactar al target gracias a su ingenio. También las marcas de chicles pueden sorprender.
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Con base en lo anterior, a continuación tres ejemplos de diferentes marcas en distintos países del mundo que lograron impactar a su target.
Para difundir que la bomba de chicle Big Blum es la más grande del mercado. En Tailandia simularon una gran burbuja de un chicle siendo inflada por un niño, para hacerlo se usó un globo aerostático y un niño de plástico que se echó a volar fuera de lugares públicos y centros comerciales. La idea fue de la agencia McCann.
Demostrar el poder de la frescura de Orbit fue el objetivo de la agencia BBDO que en Austria promocionó los chicles por medio de una atractiva estrategia de ambient marketing en uno de los lugares para esquiar más populares.
La marca Big Big, en Brasil, promocionó sus bombas gigantes a través de una estrategia de guerrilla marketing en la que se mostraron divertidas burbujas en lugares donde podía concentrarse su target: niños y padres de familia. La idea corrió a cargo de Leo Burnett.