Si por CRM entendemos un software complejo que pocos manejan es hora de reconsiderar, pues más allá de hablar de un tipo de programa cibernético, en términos mercadotécnicos, alude a una útil herramienta que puede ser de gran ayuda para las marcas.
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Es por ello que en esta ocasión te presentamos 3 definiciones de CRM, a fin de que sus usos y alcances, sobre todo para el diseño de las estrategias BTL, queden más aterrizados.
El CRM significa, por sus siglas en inglés, Customer Relationship Management. De acuerdo con María García Smith, consultora senior en CRM y excelencia operativa, el CRM no es nuevo, es una estrategia de negocio que invita a las empresas a que su eje central sea el cliente y las necesidades de éste.
En tanto, la empresa española INES define al CRM como “la sigla que se utiliza para definir una estrategia de negocio enfocada al cliente, en la que el objetivo es reunir la mayor cantidad posible de información sobre los clientes para generar relaciones a largo plazo y aumentar así su grado de satisfacción”.
Finalmente, y siguiendo la línea española, la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) explica que “es una herramienta que te permite controlar y analizar todo el proceso de venta que llevas a cabo con un cliente desde que lo conoces o te lo refieren. Además, con el CRM puedes tener tus clientes actualizados (dirección, correo, teléfonos, cumpleaños, etc.), así como los contactos, visitas realizadas o hasta los productos vendidos a él. Con esto un vendedor la próxima vez que lo contacte sabrá su historial y estará bien informado”.
Si quieres aprender más sobre esta herramienta te invitamos a que seas parte de un Summit sobre CRM, el cual está dirigido a todo aquel que quiera aplicarla en sus estrategias BTL. Más informes aquí.
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