Una de las estrategias más desarrolladas por las tiendas minoristas es la creación de una experiencia de compra satisfactoria para que el cliente se convierta en fiel de la marca.
Es una gran estrategia, pero la efectividad de una estrategia de fidelización está en el desarrollo de un marketing relacional. De acuerdo con Rdstation, el Marketing Relacional enmarca una serie de estrategias adoptadas por una empresa para crear y mantener una relación positiva con sus clientes.
Existen algunas técnicas para obtener resultados a corto plazo. Sin embargo, es importante mantener una estrategia centrada en los clientes más constantes y, sobre todo, aquellos que generan un mayor flujo de efectivo.
El desarrollo de la estrategia debe centrarse en el cliente, y con un objetivo clave: ventas de calidad y clientes satisfechos.
Base de datos
Lo primero que debes saber para desarrollar una estrategia de marketing relacional es generar una base de datos.
Si tu objetivo es tener una relación duradera con tus clientes más rentables es necesario que cuentes con sus datos personales para tener una comunicación constante con ese cliente.
Puedes usar los criterios que consideres necesarios para ello, no obstante, datos clave como nombre, teléfono y correo electrónico serán necesarios para realizar campañas de email marketing o telemarketing e informar según los objetivos de tu estrategia las ofertas o comunicados de interés de la marca al cliente.
Interacción en tiempo real
¿Qué puede decir un mensaje que no cumple con criterios de segmentación o personalización? La comunicación no será efectiva. Por tanto, no te centres en mandar una infinidad de mensajes a miles de clientes. Concéntrate en interactuar con los clientes más relevantes de tu negocio, ofrece una comunicación en tiempo real si es posible.
De esta manera podrás crear un vínculo especial con tus clientes y los beneficios del marketing relacional serán tangibles.
Servicio al cliente
Por último, el servicio al cliente es fundamental para sellar los vínculos con el cliente. Eficiencia, disponibilidad, soporte, proximidad, asesoramiento, transparencia, compromiso, excelencia, solo son algunos de los valores que debes perseguir para lograr operaciones eficientes y, sobre todo, la satisfacción del cliente y calidad en tu servicio.