Los productos de marca propia o marca libre son aquellos que el mismo minorista produce, a veces de forma directa o a través de terceros para ser comercializados en sus propias tiendas con su marca.
Usualmente estamos acostumbrados a tomar a los productos de marca propia como de baja calidad, esta tendencia se esta revirtiendo y ahora son una buena opción de compra por su precio y, cada vez más por su calidad.
Son una estrategia que ayuda a mejorar la percepción de marca y aumentar la rentabilidad del negocio, por dos razones:
La primera, los productos de marca propia ayudan a establecer un diferenciador con respecto a la competencia, siendo marca de la casa, solamente están disponibles en esas tiendas, a diferencia del resto de los productos líderes que se encuentran en cualquier tienda.
Para mejorar su percepción, se puede tener diferentes tipos de marcas propias, de acuerdo al segmento al que van dirigidas o a la estrategia que buscan sustentar, ya sea enfocadas a competir por precio o que busquen ser reconocidas por su calidad.
La segunda, los productos de marca propia son más rentables para el minorista.
Los líderes en el mercado, invierten grandes cantidades de dinero en promoción y posicionamiento de marca, lo que encarece el producto.
Mientras que la marca propia se enfoca únicamente en los atributos y beneficios del producto, por lo que su costo es mucho menor.
Un producto de marca líder, genera tráfico a la tienda que busca la marca, sin embargo el margen que le dejará al minorista será menor.
En cambio, un producto de marca propia siempre dejará mayor ganancia al minorista.
De esta forma sería incluso posible ganar más dinero aunque se vendan las mismas piezas de producto o incluso menos, debido al margen más amplio que se percibe.