Los PDV pueden verse afectados por diversas razones, pero sin duda hay algunos factores de la economía interna que encarecen los precios en retailers.
Desde finales del año pasado, mucho se especuló sobre los posibles escenarios para México en términos económicos, políticos y de pérdida de terreno de la moneda nacional frente a divisas como el dólar.
Analistas y expertos en el tema de retail pronosticaban un panorama adverso para nuestro país dados los nuevos lineamientos e impuestos generados por el actual presidente de Estados Unidos Donald Trump, escenarios que al final del día no se cumplieron en su totalidad.
Sin embargo, hay factores de la economía interna y mundial que sin lugar a dudas afecta a los consumidores mexicanos que acostumbran comprar ciertos productos, con determinada frecuencia.
Pérdida o debilidad de la moneda nacional frente al dólar
Estados Unidos es el socio comercial más importante de México, por lo que el valor de la divisa norteamericana repercute directamente en el peso mexicano, haciendo que éste se debilite en ciertas ocasiones y genere que el nivel de inflación se modifique.
Perder terreno frente al dólar no sólo afecta a la economía interna del país, sino que esto se permea los sectores económicos en México, incluido el de retail, haciendo que los precios de productos se encarezcan y esto afecte directamente al bolsillo del shopper.
Alza en los combustibles
Cuando el costo de los combustibles a nivel internacional suben, en México esta alza no se hace esperar, y más cuando nuestro país compra este producto a Estados Unidos.
Al momento en que el costo de combustibles sube, la transportación de mercancía hacia retailers se incrementa; y si a esto se suma un mejor precio por dólar que por moneda nacional, los efectos en la economía de los hogares en nuestro país comienzan a resentir esta situación, lo que podría afectar las ventas de cada retailer y consumo de ciertas marcas.
Es por esto que decir que la inflación no tiene afectaciones, sería negar una realidad latente que, hasta el día de hoy, tiene resultados negativos, tanto en la economía interna como en la de cada familia que, dado el encarecimiento de precios, tiene que tomar decisiones de compra más pensadas, e incluso hacer cambios en su preferencia por ciertas marca.