En mayo suele conmemorarse en algunos países latinoamericanos el mes de las madres, es un reconocimiento a la labor y el esfuerzo materno de la mujer; siendo las marcas las responsables de que el consumidor no se refiera al “día de las madres” sino al “mes de las madres” en general, así, este mes se convierte en la excusa perfecta, para que las marcas potencialicen su comunicación haciéndola más dirigida.
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Claves para darle la razón al cliente
Esta es una temporada de ventas, donde el consumidor vuelve a tomar la disposición de compra. En tanto sus intenciones y culpas lo llevan a reivindicarse socialmente con su madre, esposa, mejor amiga o la figura simbólica materna, lo cual antropológicamente y culturalmente, las personas se acostumbran a comprar, inclusive para sí mismos así no sean madres, es un desborde psicológico por la compra.
Así las marcas deben concentrar desde ya su esfuerzo por atraer a sus clientes, logrando que su nombre este en la primera opción de elección, cuando este desee adquirir productos. En tal sentido, se deben tener cuenta 2 claves fundamentales para que las marcas hagan marketing en el mes de las madres y no lleguen a equivocarse en su proceso promocional:
- Tenga claro los detalles: a las mujeres no les gustan los productos complejos, permita hablarle de manera práctica con respecto a un producto; lo fácil, es más comprensible, tómese el tiempo necesario para explicar lo que tenga que explicar, a una mujer no le venda con afanes; tenga en cuenta a la hora de vender todos los detalles y características que resalten el producto, de la cual la mujer pueda alardear socialmente, porque lo anterior facilita la compra, en la medida en que la adquisición le aporta y favorece el ego femenino.
- Hágala sentir mejor madre: durante el proceso de crianza de los hijos entre los 0 y 6 años de edad, surgen traumatismo psicológicos femeninos que en ocasiones llegan a hacer sentir a la mujer, haciéndola creer que no es buena madre, debido a sus ocupaciones caseras o labores, así, las mujeres recurren a entregarle todo su tiempo a su hijo, lo cual no facilita que se ocupen de sí mismas. Tenga en cuenta esta situación y saque partido de ella, para que logre desconectar a las madres de ese sentimiento de culpa que puede durar hasta la adolescencia de su hijo, permítale que ella se dedique tiempo a sí misma; véndale, pero genere recordación de marca a través de escenarios que le permitan desligarse de su realidad.
