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Existen 137 marcas de gel antibacterial reportadas como venenosas y prohibidas, pero que en México se siguen vendiendo.
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La Cofepris, la Secretaría de Salud de México, ni Amazon respondieron a las solicitudes de comentarios sobre por qué siguen vendiendo estos productos venenosos.
La primera medida que coloca la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir el contagio de coronavirus es lavarse la manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos y cubriendo todas las superficies de las manos. Además apunta al gel antibacterial como una opción igualmente efectiva.
Sin embargo, existen 137 marcas de gel antibacterial reportadas como venenosas y mortales para al menos cuatro personas en Estados Unidos, que por ende han sido prohibidas, pero que en México se venden libremente, así lo reportan desde Bloomberg.
Cuatro personas murieron y tres perdieron parcialmente la vista este año después de beber los desinfectantes, lo que provocó una campaña de prueba por parte de la FDA que encontró metanol en las importaciones mexicanas.
Entre las 137 marcas, unas 37 empresas mexicanas se les prohibió exportar sus desinfectantes para manos a Estados Unidos y casi la mitad de ellas retiró voluntariamente su producto, pero solo de ese país, quedándose en México.
De acuerdo con la investigación, en farmacias y Amazon.com Inc. todavía se venden geles de un proveedor de la lista negra.
La Cofepris, la Secretaría de Salud de México, ni Amazon respondieron a las solicitudes de comentarios sobre por qué siguen vendiendo estos productos venenosos.
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De los 137 desinfectantes para manos que prohibió la FDA, 33 pertenecen a una empresa con sede en el Estado de México llamada 4E Global SAPI.
El metanol es un alcohol tóxico que se encuentra comúnmente en productos químicos industriales, desde limpiadores hasta anticongelantes y algunos combustibles, pero que algunas marcas lucran con él y lo están integrando al gel antibacterial. Causa daños graves a los órganos si se ingiere, se inhala o se pone en contacto con la piel.
Vender este producto en México es condenar a las personas a un posible daño irreversible en su salud, ignorando que se aplican un producto que las autoridades se empeñan en dejar pasar por alto.
